El verano ha llegado para quedarse, los días son mucho más largos, aumenta la temperatura y el sol luce en todo su esplendor, por lo que todos queremos disfrutar de él y lograr un bonito bronceado, muchas veces sin tener en cuenta el daño que para nuestra piel tiene tomar el sol de forma descontrolada.
Es cierto que los rayos solares son beneficiosos para nuestra salud, siempre y cuando protejamos a nuestra piel de forma adecuada, ya que si lo tomamos en exceso corremos el riesgo de sufrir una enfermedad cutánea.
Según los expertos en los últimos años se está produciendo un alarmante incremento de los casos de melanoma debido al abuso del sol en la infancia, entre jóvenes de 25 a 29 años. Habiéndose triplicado la cifra de cáncer de piel en España en los últimos cuatro años, según apunta la Organización Mundial de la Salud.
Con motivo de la celebración recientemente del Día Europeo para la Prevención del Cáncer de Piel, os dejamos once consejos muy útiles para prevenirlo.
1.- Debemos evitar la exposición solar en las horas centrales del día, entre las doce de la mañana y cuatro de la tarde, dado que en esta franja horaria son mucho más fuertes los rayos solares. Sin olvidar que antes de salir de casa debemos aplicarnos protección solar y buscar las sombras, que serán nuestras mejores aliadas cuando transitamos por la calle.
2.- Nunca olvides utilizar cremas solares que te protejan frente a la radiación UVA, UVB e IR-A. Así dependiendo del tono de piel (fenotipo) deberemos aplicarnos un fotoprotector con determinado factor de protección. Aunque como mínimo debemos usar el de 30, que nos aplicaremos media hora antes de exponernos al sol, repitiendo su aplicación cada dos horas o tras el baño.
3.- Después de un día en la piscina, la playa o el campo, te aconsejamos que tras una buena ducha te apliques 01.Olive Essence Massage by Castillo de Tabernas, ya que contiene potentes antioxidantes con efectos cosméticos, que protegen la piel ante los radicales libres y el daño celular. Favorece la elasticidad de la piel, mejora la circulación sanguínea, siendo un magnífico aliado para combatir la psoriasis, reduce y previene la aparición de arrugas y manchas cutáneas. Protector natural del ADN.
4.- Es aconsejable consultar antes de exponernos al sol, los índices ultravioletas e infrarrojos, ya que nos ayudará a planificar mucho mejor las actividades al aire libre que vayamos a realizar , evitando la exposición de nuestra piel en los días en los que la radiación sea más perjudicial. Una información que encontraremos en la página web de la Agencia Estatal de Meteorología.
5.- Tenemos que extremar el cuidado cuando estemos al aire libre, ya que las radiaciones solares se reflejan en la arena, en el agua o en la hierba, por lo que los efectos del sol al incidir directamente sobre nuestra piel aumentarán.
6.- Usaremos ropa adecuada para proteger a nuestro cuerpo. Debemos tener presente que los colores oscuros nos protegen mucho mejor del sol que los claros. A lo que hay que sumarle que los tejidos tupidos son mucho mejores que los holgados. No debemos descuidar las zonas que pueden quedar desprotegidas como las orejas, la nuca o los empeines de los pies.
7.- En cuanto a nuestros ojos, debemos ponernos gafas de sol, para evitar así posibles daños oculares. Gafas que deben tener protección del 100% frente a los rayos UV y que sean de tipo envolvente, ya que se ha probado que son muy efectivas para proteger los propios ojos y la piel que los rodea. 
8.- La piel de los niños es sumamente delicada por lo que no es recomendable que los menores de tres años estén expuestos directamente al sol. Es de vital importancia el aplicarles a menudo protección solar y protegerlos del sol con gorros, gafas, pantalones o camisetas, para evitar así las quemaduras solares.
9.- Es bueno que observemos de cerca nuestra piel, realizando una autoexploración de nuestro cuerpo cada dos meses. Para ello debemos comenzar de pie, con los brazos en alto, mirando primero de frente, luego de lado y posteriormente de espaldas. Una vez finalizado continuaremos con los brazos, los antebrazos, las palmas de la mano, la parte posterior de las piernas y los espacios entre los dedos y palmas de los pies.
10.- Si tras la exploración observamos lesiones pigmentadas tales como lunares o manchas en nuestra piel, ya sean antiguas o nuevas debemos acudir al dermatólogo. No debemos olvidar visitar a nuestro médico de manera regular, ya que estas revisiones son muy importantes en caso de que contemos con antecedentes personales o familiares de casos de melanomas o con una gran cantidad de lunares.
11.-. Los dermatólogos desaconsejan las salas de bronceado, o las lámparas de sol, ya que emiten rayos UVA, con el consiguiente riesgo de cáncer de piel.